Aún me despierto por las
mañana y busco el olor a café…
Y rodeo con mis manos tu
hueco de la cama, buscando tu calor….
Hace mucho que mis sábanas
dejaron de recordar tu aroma
Hace mucho que tu marca
del sofá desapareció.
Ya nadie me sorprende con
un abrazo tierno mientras cocino,
ni vuelvo a casa inquieta
porque sé que me estas esperando.
Ya no regalo sonrisas
furtivas, ni busco tu mirada aún mientras duermes.
Ya no hay notas en la
puerta, esas que me dejabas antes de irte por las mañanas y que me hacían
inmensamente feliz.
Este frío aterrador, de
esta casa para dos que ahora es solo mía,
De esta cama tan inmensa
sin ti,
De los viajes que ya nunca
haremos,
De las risas que para
siempre se perdieron,
De los besos ya nunca más robados,
De mi ilusión.
Y ya no es amor, pero los
recuerdos duelen
Porque te acostumbras a la
presencia de alguien
A su aroma, a sus
caricias, a sus labios, al brillo en los ojos
A esa sonrisa que se te
escapaba cuando durmiendo yo te abrazaba…
Pero ya no estás, hace
mucho que no estás
Y no quiero que vuelvas,
El dolor pesa más…
Y a veces se me olvida que
te olvidé…
Y a veces se me olvida que
ya nunca más volverás…
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