Había olvidado lo q era mirarte a los ojos y que supieras lo q estaba pensando...
Había olvidado la tranquilidad, la seguridad y la paz interior que me transmitias...
Llevaba mucho tiempo diciendo que las cosas que no se dicen se acaban pudriendo, y a mi me dolía tanto no poder decirte taaantas cosas...
Anoche me liberé de esa carga, y a pesar del miedo de tu reacción, de que fuera la decisión errónea, me encontré con algo totalmente distinto...
Repito, aunque ya lo sabes, que te he echado demasiado de menos este tiempo, pero me alegro de saber que tú también te has sentido igual..
Pusimos un punto, pero no era final. Ahora retomamos desde un punto y a parte, más adultos, más mayores, más sinceros...